LA sección sindical de la CNT-AIT Ayuntamiento de Madrid apoya incondicionalmente a lxs compañerxs afectatadxs por el ERE en CEMUSA que luchan por su empelo y no van a pactar con la empresa ni con los "sindicatos" vendeobrerxs algo que no sea el mantenimiento integro de sus puestos de trabajo. Ayuntamiento de Madrid culpable de seguir negociando con las empresas y no ir a la contratación directa de todxs nuestrxs compañerxs de empresas externas, negocio que solo aportan beneficio para empresarixs explotadorxs, corrupción para la clase política y miseria-sufrimiento para el pueblo y sus trabajadorxs.
Una vez más, suena la vieja canción. Una empresa adquiere la concesión de un servicio público, éste se devalúa y los trabajadores acaban en la calle. Con el dinero de la ciudadanía, incumpliendo pliegos y sin ningún tipo de consecuencia para la junta directiva. Distintos músicos, misma melodía.
En esta ocasión, los trabajadores afectados pertenecen a la empresa CEMUSA, ligada hasta hace dos años al grupo FCC. Fue en 2013 cuando la excelentísima Ana Botella decidía traspasar la explotación del servicio de mantenimiento y limpieza de marquesinas a la EMT, Empresa Municipal de Transporte de Madrid. Con esta maniobra trataba de maquillar la deuda que la EMT venía acumulando ya que ingresaría un porcentaje correspondiente a la publicidad inserta en las marquesinas.
CEMUSA y JC Decaux se unieron en 2013 en una UTE para recibir la nueva concesión. Dos años después, JC Decaux compraba a CEMUSA, reducía hasta la mitad la plantilla dedicada al mantenimiento de marquesinas para terminar anunciando un ERE de 245 trabajadores sobre un total de 309, nada menos que el 80% de la plantilla.
Una jugada maestra que permitió a la empresa eliminar a la competencia de un plumazo, pues ha confirmado que sólo mantendrá las sedes de CEMUSA en aquellas localizaciones donde ellos no estén implantados.
¿Los trabajadores? Un daño colateral. Igual da si la antigüedad media es de veinte años o si hay familias que dependen únicamente de este empleo. Todos a la calle.
Ante los hechos, el sindicato CNT, mayoritario en la empresa, exige al Ayuntamiento que no permita ningún tipo de Expediente de Regulación de Empleo y obligue a la contrata a cumplir los pliegos, a cumplir con la plantilla y a cumplir con la ciudad de Madrid. Los servicios públicos no pueden convertirse en el negocio de unos pocos, mucho menos si aseguramos estar comprometidos con el cambio.
Que no les quepa la menor duda: este ERE lo vamos a pelear y lo vamos a tumbar.
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