lunes, 13 de febrero de 2012

OTRA CALLE PARA LA VERGÜENZA


El día 31 de enero nuestra nueva patrona tuvo la idea de ponerle una calle a un  ministro del régimen franquista. Personaje que entre otras hazañas, llamó caballerete a  Julián Grimau, cuando estaba condenado a muerte por sus ideas, y de lo que nunca se arrepintió. Elemento que llamó al padre del estudiante Enrique Ruano, asesinado por la policía política del régimen, para amenazarle con detener a su otra hija, Margot, también militante antifranquista, si no cesaba en sus protestas. El entonces director del diario Abc, Torcuato Luca de Tena, confesó que Manuel Fraga Iribarne le dio las órdenes para publicar anotaciones del diario íntimo de Ruano, manipulándolas a fin de que pareciese una persona inestable que se había suicidado. Señor que ya predijo, y ahora consigue, “la calle es mía”.
Bien, pues 51 de los 57 miembros de la corporación votaron a favor de la propuesta.
Y  además los 15 miembros del PSOE (obreros partidos), proponen que todos los padres de la constitución, tengan su calle en Madrid.

Desde aquí proponemos den a las calles nombres reales, que aunque vergonzosos,  son auténticos padres de esta constitución. Como serían: la calle de la prima de riesgo, calle de las agencias de calificación, la calle de la no vivienda, del no trabajo, la calle de la autoridad, la calle del Opus Dei, los legionarios de cristo, la calle bankia, bankinter, banco de Santander, bbva, calle de la competitividad, la injusticia social, la subvención, el liberado, en fin hay mil calles posibles a los padres de esta constitución que son y han sido los auténticos ideólogos de ella.

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