Contra los recortes y la represión
ACCIÓN DIRECTA
Ya está bien de que paguemos siempre la ineptitud de los de arriba. Ellos la cagan y los de abajo sufrimos las consecuencias. Nos bajaron el sueldo, nos aumentan la jornada, nos quitan la acción social, nos subieron la edad de jubilación, suprimen las consolidaciones, continúan privatizando todo, los políticos y banqueros siguen viviendo como dioses…
¿Hasta cuando, compañeros/as? ¿Qué será lo próximo? Ya lo sabemos: el transporte, los complementos, la paga extra, los trienios, el derecho a ir al médico, lo que sea, TODO. Poco a poco lo quitarán todo porque les dejamos. Es hora de plantarles cara, pero de plantarla de verdad. No con un par de concentraciones, sino con una confrontación total.
El ayuntamiento ha fulminado cualquier posibilidad de acuerdo con los trabajadores/as, demostrando que nuestros derechos no valen una mierda para ellos, que no somos más que mercancía barata. Y ahí nos hacemos la pregunta: ¿para qué sirve un convenio si pueden, no ya incumplirlo, sino anular capítulos enteros cuando les sale de los decretos?
Un convenio solo es válido cuando se tiene fuerza real para defenderlo, y no cuando pueden cambiarlo y encima reírse de nuestras movilizaciones. Hay que demostrarles esa fuerza con algo más que marchas pasivas. Porque si ellos no respetan lo pactado ¿por qué tenemos que respetarles nosotros/as?
Ya no hay reglas del juego que valgan. Ya no existe ningún motivo para respetar a los parásitos que nos gobiernan ni sus reglas, pues carecen de toda legitimidad.
Las/os trabajadoras/es debemos exigir que no haya ningún despido en el Ayuntamiento, ya sea de funcionarios, interinos o laborales. Que empiecen por desmantelarse ellos/as, los que viven con sueldos con los que podrían vivir varias familias: subdirectores, gerentes, asesores, concejales y la mismísima alcaldesa que, con su toma de decisiones, son los culpables de la situación que atravesamos. Y todavía se atreven a cobrar productividad, cuando lo único que producen es miseria entre nosotros/as.
Eliminar todas las contratas del ayuntamiento, contratando a todos/as los/as trabajadores/as de forma directa, y de esta manera no pagar beneficios a empresarios que ya han vivido demasiado del pueblo. Exigir el cobro de todo tipo de impuestos a la todopoderosa iglesia, culpable de la perpetuación de las desigualdades existentes entre nosotros/as. Y eliminar los presupuestos destinados a iglesias, subvenciones sindicales y cuerpos represivos.
Ante todo eso, la CNT propone la unidad de trabajadores/as. La “unidad sindical” no es nada sin ellos/as. Una “unidad sindical” que la CNT rechaza por incluir en ella a los sindicatos policiales, que representan a una de las herramientas necesarias para someter al pueblo a la voluntad de los poderosos.
La CNT reclama la convocatoria de asambleas decisorias de trabajadores/as, donde las propuestas, debates y acuerdos salgan de nosotros/as, y no más asambleas informativas, donde vamos a escuchar el mitin de los líderes sindicales para después seguir sus consignas y sus decisiones. Igualmente, cuando haya negociaciones, que sean los/as trabajadores/as reunidos en asamblea (y no una reunión de dirigentes) los/as que decidan qué se acepta y que no, y hasta cuándo sigue la lucha, siendo los portavoces meros transmisores de la voluntad de la asamblea. Solo así venceremos realmente.
Todo el poder a las asambleas!!!
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